EXTRACTO DEL PRÓLOGO
Llevo más de 20 años estudiando el terrorismo y a los
terroristas, y todavía hoy me sigo sorprendiendo de lo extrañamente
“normales” que parecen la mayoría cuando uno se sienta a hablar
con ellos. Es esta paradoja, la de unas personas en apariencia
normales que eligen de forma deliberada un camino de derramamiento
de sangre y de destrucción, la que me intriga desde hace tiempo y
la que me ha llevado a escribir este libro.»
Asumo en su totalidad este párrafo escrito por Bruce Hoffman en su
libro "A mano armada", y sólo sustituiría el verbo
intrigar, o, mejor, añadiría otros a éste: preocupar, desesperar,
y enojar, entre otros.
A lo largo de mi vida personal y profesional he conocido a miembros
de ETA tanto de períodos anteriores como actuales. Asimismo, a
chavales que han pasado por la "kale borroka" y que han
terminado como activistas en la organización terrorista, y a otros
que lo han dejado.
¿Qué conduce a un/una adolescente de entre 16 y 18 años a entrar
en una aventura de la que difícilmente va a salir bien parado? Ésta
es una pregunta que me he hecho mil veces, cada vez que he sabido
que el hijo de alguien conocido o el compañero de curso de algún
familiar había sido detenido por pertenecer a ETA, o por participar
en acciones de la "kale borroka". Eran chicos normales,
buenos deportistas, que enseñaban a los más pequeños a andar en
bicicleta, a jugar al fútbol o a nadar. Buenos hijos y estupendos
hermanos, y, sin embargo, se habían enganchado en uno de los múltiples
eslabones del denominado MLNV (Movimiento de Liberación Nacional
Vasco).
TXELIS, EL PADRE DE LA KALE BORROKA
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El
17 de noviembre de 1998 José Luis Álvarez Santacristina «Txelis»
llegó a Madrid extraditado desde Francia. Tiene tres causas
pendientes con la Justicia española.
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La guinda de la acción policial contra la banda la pone la operación
llevada a cabo en Bidart el 29 de marzo de 1992 en la que, de una
sola vez, es apresada la troika dirigente: Francisco Mujika
Garmendia, «Paco»; José Arregi Erostarbe, «Fiti» y el propio «Txelis».
Este último fue descubierto un poco antes por hombres del general
de la Guardia Civil, Enrique Rodríguez Galindo actualmente
encarcelado por su relación con los GAL , que lo siguieron hasta
que los condujo a la casa en la que se produjo el arresto.
La caída de la cúpula en Bidart colocó a ETA en una de las
situaciones más difíciles de su historia. Previamente, los
franceses, habían ido arrestando a los denominados «mandos
intermedios», personas destinadas a sustituir a los jefes cuando éstos
fueran detenidos.Sin embargo, ahora, cuando las Fuerzas de Seguridad
retiran de la circulación a los máximos titulares, los suplentes
también están en la cárcel. Todo parece indicar, por primera vez
desde la llegada de la democracia, que ETA va a poder ser derrotada
policialmente, algo que, obviamente, no desea la izquierda
abertzale, pero tampoco el PNV o EA. Estas dos formaciones, en ese
momento, están convencidas de que la derrota de ETA supone la
derrota de una parte del nacionalismo y el debilitamiento de su
proyecto nacionalista para el País Vasco y no lo van a permitir. En
esas circunstancias, cuando la organización está a punto de
sucumbir, porque tiene que reorganizar todas sus estructuras y no
tiene dirección que pueda hacerlo, aparece KAS, recientemente
reconvertido en una especie de partido que va a salvar la cara a
ETA... y la kale borroka, «inventada» por Álvarez Santacristina
con el nombre de grupos «Y».
Este donostiarra, nacido en 1954 en el barrio de Loyola, que a lo
largo de su vida ha sido seminarista, militante de LAIA una
organización semiácrata, asamblearia, no partidaria de las
organizaciones partidistas e ideólogo de ETA, pensó un día tras
llegar a la cúpula que había que solucionar dos problemas
especialmente importantes para la banda: las caídas de militantes
en redadas «tontas» en el sur de Francia y las actuaciones de poca
envergadura en suelo español que enviaban a la cárcel a activistas
importantes. Para evitar la primera situación organiza una magnífica
retaguardia en París, ciudad que él conoce a la perfección por
haber sido estudiante en la Sorbona. En la capital francesa mantiene
relación con los «rojos» que quedan de mayo de 1968,
mayoritariamente trotskistas. Algunos de éstos le ayudan a
organizar una red de pisos o localizar comercios en los que comprar
sin levantar sospechas elementos útiles y necesarios para más
tarde fabricar explosivos. Es tan buena su labor, que la Policía no
sospecha que París acoge en su seno a todo el segundo nivel del
aparato político de la organización terrorista, y a una parte del
militar. Los jefes, los titulares, están en el sur de Francia, pero
los suplentes en París.
Otra de las convicciones de «Txelis» es que ETA no puede
permitirse el lujo de perder a un activista por haber realizado
acciones menores como quemar un coche o algún local relacionado con
intereses franceses, por ejemplo. Así pues, diseña un entramado de
grupos de apoyo a la estrategia terrorista, formado por jóvenes,
menores de edad, que no puedan ser juzgados por no tener edad penal.
Además, como lo que realizan son destrozos materiales menores, para
lo que utilizan elementos mecánicos, si son detenidos, serán
juzgados por un delito de faltas, lo que, en caso de ser condenados,
se corresponde con una pena que nunca será superior a dos años, y
que en España, si es la primera condena, no se cumple. A estos
grupos los denomina comandos X, Y y Z.
Los primeros estarían encargados de labores de agitación política;
los segundos, de los sabotajes a intereses públicos o privados y
los terceros son los comandos de la propia organización ETA.
Según este diseño, el responsable de cada grupo Y, que forma lo
que se conoce por kale borroka, se vincula a un responsable de
provincia, y éste con un responsable regional conocido sólo por un
miembro de la ejecutiva de KAS. Los grupos Y se estrenan en el
contencioso abierto por ETA con motivo de la construcción de la
autovía de Leizaran, la carretera que une Guipúzcoa y Navarra, y
cuyo trazado original transcurría por el valle de ese mismo nombre.
En 1989, tras la ruptura de las «Conversaciones de Argel», ETA
hace público su deseo de que Leizaran se convierta en una nueva
Lemoniz, y emprende una campaña de terror e intimidación contra
todo aquel, persona o empresa, que tenga algo que ver con la
construcción de esa carretera y que consiste, principalmente, en
quemar bienes muebles e inmuebles de las empresas que han aceptado
realizar las labores de ejecución de la vía.
En 1988 ya se habían registrado los primeros atentados contra las
empresas adjudicatarias de la obra que, sin embargo, nadie reivindicó.
Además, esta carretera sufre otras acciones de mayor envergadura
que sí comete la organización terrorista y que las asume como
propias. Al final, ETA logra su objetivo consistente en que los políticos
vascos PNV y PSOE asuman su exigencia y cambien parte del trazado,
para que no transcurra por el valle de Leizaran. El saldo es el
siguiente: 158 acciones que han causado daños por más de 1.000
millones de pesetas, además de muchos miles más en seguridad. De
todas ellas, ETA sólo reivindica doce y el resto forma parte de una
incipiente kale borroka, que encuentra en este escenario sus
primeras manifestaciones y que conocerá un desarrollo espectacular
en los años siguientes, sobre todo en 1992, tras la caída de
Bidart, cuando suple la forzada inactividad de ETA.
Álvarez Santacristina huye a Francia en 1981 tras la «caída» de
un comando legal con el que mantenía contactos y después de
conseguir una beca concedida por los gobiernos vasco y francés para
estudiar Filología en la Sorbona, donde obtiene una calificación
de sobresaliente cum laude. Este hombre rubio, de pelo rizado y
gafas, con aspecto de intelectual, se considera a sí mismo un
comunista vasco, independiente dentro de la organización
terrorista, algo enormemente complicado en una estructura
militarizada. De hecho, y haciendo gala de esa independencia, el 10
de noviembre de 1992 el rotativo Egin publica una entrevista con él,
sin el consentimiento de la nueva dirección, a la que ni siquiera
había consultado. Esto le vale ser «reprendido» por sus
sustitutos, a pesar de que mantiene las tesis oficiales en relación
con la lucha armada. «La lucha armada no es en modo alguno un
objetivo en sí misma, sino un instrumento: mejor dicho, es el último
recurso que le queda a un pueblo cuando todos los demás han
fracasado», decía en aquellas declaraciones. Afirmaba también que
ETA no acabará «hasta que no se reconozcan los derechos que se le
deben a Euskal Herria».
Sin embargo, meses más tarde se produce en él un cambio ideológico
y una reconversión religiosa «Txelis», en su adolescencia, había
estudiado en el seminario que le hace renegar de la lucha armada y
pedir a la organización que él había dirigido doce meses antes
que abandone esas prácticas violentas. Apelan para ello a
razonamientos éticos y morales. La nueva dirección etarra no puede
evitar enfadarse y ni siquiera trata de disimular. Envía a la cárcel
una carta al ex ideólogo en la que le advierte: «No nos hables de
ética ya que el enemigo mete mucho esa palabra en sus discursos
envenenados».Pero no es eso lo único que le dice. En un tono
bastante cínico, le reprocha por escrito: «Tu postura cambiante ha
dejado asombrada y dolorida a toda la militancia». Tampoco se
olvidan los nuevos jefes del «tinglado» de la entrevista concedida
al rotativo abertzale y le echan en cara que haya tenido tiempo y
ganas de hacerla, mientras que no se ha dirigido a ellos para nada.
ETA reconoce que la caída de Bidart les obligó a empezar de cero:
«Esta entrevista es la comunicación más larga que recibimos de
ti. Y sabes muy bien cómo nos dejó tu/vuestra detención (sobre
todo la tuya, respecto a la infraestructura y seguridad de
movimientos, como desconocimiento de hilos a mover). Nos has dado
respuesta detallada a nuestras preguntas, pero todavía nuestra
hambre no está saciada, pues nos faltan algunos datos. Pero,
tranquilo, si bien sea un año más tarde, pero ya hemos conseguido
de aquí o de allá la información e instrumentos que necesitamos
para asegurar el funcionamiento del aparato».
«PREPOTENTE E INCAPAZ»
No obstante, este semiácrata que entró a formar parte del aparato
político de la organización tras la detención de «Josu Ternera»
y de Elena Beloki, «para redactar los comunicados y echar una mano»,
no pierde nunca el sentido crítico y reivindica el derecho a
discrepar. En su paso por la dirección de ETA se nota su
procedencia de una organización no partidista y sí asamblearia en
su deseo permanente de que ETA se involucrase en los movimientos
sociales. Además, se muestra contrario a la utilización del
coche-bomba que tanto gustaba a «Pakito» y «Santi Potros», y que
tanto había alejado de la organización a un sector de la sociedad
que le apoyó mientras utilizó otros métodos para cometer
atentados [...].
Con esta reconversión a la fe cristiana durante su estancia en la cárcel
de París, José Luis Álvarez Santacristina pasaba de ser ideólogo
de la organización terrorista en la etapa más dura de su
existencia el responsable del aparato político, el internacional y
las cárceles , a no querer saber nada de esa organización, con el
argumento de que comete acciones en las que se atenta contra la vida
de las personas. Asimismo, ya en el orden estrictamente político,
considera que la lucha armada es negativa para conseguir fines políticos
del MLNV, tales como el acercamiento de los presos.«Se han cometido
demasiados crímenes en nombre de la lucha armada, por lo que este
tipo de actividad debe terminar».
De la importancia que Álvarez Santacristina tuvo en la dirección
de la organización terrorista durante los años que estuvo en ella,
da prueba el hecho de que Urrusolo Sistiaga le enviara a él una
carta para protestar por la situación en la que debía subsistir el
Comando Itinerante que actuaba en Levante poco antes de la celebración
de las Olimpiadas de Barcelona. En el mismo texto solicita el cambio
de uno de sus integrantes. También, y quizá esto sea lo más
importante, califica a «Pakito», el considerado jefe de ETA, de «prepotente
e incapaz», y le pide su destitución, lo que incita a suponer que
tiene capacidad para hacerlo. «Txelis» le concede la sustitución
de Idoia López Riaño11 a la que hace volver a Francia, pero acusa
a Urrusolo de llevar a cabo «un burdo chantaje o una puesta contra
las cuerdas al pedir la destitución de Mujika. Le reprocha que no
se haya medido ni autocriticado por el mismo rasero. Años más
tarde «Txelis» y Urrusolo compartirán las mismas ideas, y en
julio de 1997, juntos desde la cárcel en París, condenarán sin
matices el horrible asesinato del concejal del PP en Ermua, Miguel
Ángel Blanco.
En diciembre de 1993 el Tribunal de Apelación de París pronuncia
la primera sentencia favorable a su extradición por el delito de
amenazas a empresarios. Le acusa de haberles exigido el denominado
«impuesto revolucionario» bajo la amenaza de que, en caso de no
satisfacer la cantidad exigida, su vida y sus bienes corrían serio
peligro. [...]
En septiembre de 1997 «Txelis» y Urrusolo Sistiaga reciben la
visita de los jueces de la Audiencia Nacional de Madrid, Javier Gómez
de Liaño y Baltasar Garzón, que viajan en comisión rogatoria con
el fin de interrogar a ambos etarras. Los dos se negaron a responder
al cuestionario que llevaban los magistrados, y se mostraron
partidarios de un diálogo para conseguir la paz y acabar con esta
batalla en la que «un día caen los de un bando y otro los del otro».
Sin embargo, unos meses antes Álvarez Santacristina había
reiterado a ETA su petición de un alto el fuego definitivo.
Asimismo, había propuesto a la organización terrorista la
conveniencia de utilizar otro tipo de luchas, en un documento
firmado también por los hermanos Kepa y Rosario Pikabea, Miguel Ángel
Gil Cervera, Miguel Zarrabe y José Luis Urrusolo Sistiaga, tras el
brutal asesinato del concejal del PP en Ermua, Miguel Ángel Blanco,
que todos ellos habían condenado.
Estos ex activistas etarras argumentan que, cada vez más, un mayor
número de ciudadanos del País Vasco más cualificados están
proclamando en voz alta que el conflicto ha de humanizarse y
socializarse, y que hay que fortalecer vías de lucha no violentas.
ETA ha sido «tolerante» hasta este momento con «Txelis», pero
ante tanta insubordinación la dirección de la banda no duda en
tomar una decisión expeditiva: expulsar a José Luis Álvarez
Santacristina de la organización en el verano de 1998. Lo acusa de
alentar «un intento de escisión, así como de cometer una falta
grave de indisciplina por haber hecho públicas sus discrepancias en
los últimos años». Advierte que todas las iniciativas futuras
hechas por «Txelis» lo serán «a título personal». En círculos
abertzales causa extrañeza que ETA se decida a expulsar
precisamente en este momento (1998) a alguien que mantiene públicas
discrepancias ideológicas desde 1993. Lo atribuyen al hecho de que
haya condenado públicamente el asesinato del concejal «popular»
en Ermua y a su crítica a la actual dirección, a la que
responsabiliza de la crisis que atraviesa HB, cuya Mesa Nacional se
encuentra en ese momento encarcelada y condenada por colaboración
con banda armada.
Álvarez Santacristina se defiende y niega las acusaciones. Por el
contrario, asegura que ha sido disciplinado y que «seguirá
luchando con honradez y transparencia por la paz y la Justicia».En
un escrito dirigido «a mi pueblo y, especialmente, a la izquierda
abertzale», el ex etarra niega que haya intentado crear una escisión.
Los hermanos Pikabea apoyan a «Txelis» y rechazan que el ex ideólogo
etarra hubiera tratado de crear divisiones.
En tales circunstancias, algo inusual dentro del mundo abertzale
vuelve a sucederle a este donostiarra, casado y padre de un niño,
que ocasiona un nuevo enfado en la dirección de ETA. A pesar de
haber sido expulsado de la organización terrorista, sigue
perteneciendo al colectivo de presos de ETA, por voluntad expresa de
muchos reclusos.
El 17 de noviembre de 1998, «Txelis» llega al aeropuerto de
Barajas a las 13.10 horas, en un vuelo de la compañía Air France.
Nada más descender del avión, los agentes de la Policía francesa
que lo custodian lo entregan a una comisión judicial del Juzgado
central número 3 de la Audiencia Nacional, que le comunica las
causas que tiene pendientes: el asesinato del secretario de Estado
Manuel Broseta, el intento de asesinato del industrial vasco José
Osinalde y la formación del Comando Askatu para liberar a presos de
ETA.
LAS MUJERES
María Dolores
González Katarain, Yoyes, es la primera mujer que llega a
tener peso específico en la organización entre 1973 y 1978, pero
se va alejando paulatinamente de ella tras el asesinato del número
uno, José Miguel Beñarán, Argala, en 1978, cometido por
mercenarios de extrema derecha que actuaban bajo las siglas BVE
(Batallón Vasco Español). Sin embargo, no abandona inmediatamente
después de la desaparición del líder, sino que, tras su
fallecimiento, se hace cargo de la oficina política de la
organización terrorista junto a Eugenio Etxebeste, Antxon.
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Las
mujeres no han tenido excesivo peso, ni operativo ni político,
en las organizaciones terroristas mundiales, sólo María
Dolores González Katarain, ‘Yoyes’, y Soledad Iparaguirre
han formado parte de la dirección de ETA.
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Es precisamente la llegada a la organización de los antiguos
Bereziak y el acaparamiento de poder por parte de éstos lo que no
le gusta nada (...). Esta situación provoca su alejamiento con la
intención de no hacer ruido. A finales de 1979, la policía
francesa la detiene junto a otros 13 refugiados y los confina en el
departamento de los Alpes de la Alta Provenza. Dos meses después,
los 14 regresan al País Vasco para vivir allí, aunque en el caso
de Yoyes será por poco tiempo, ETA la mataría en presencia
de su hijo pequeño.
La carrera etarra de Soledad
Iparaguirre, Anboto, comienza en abril de 1981, cuando
consigue escapar de la acción judicial, unos días después de que
su novio, José Manuel Aristimuño, muriera en un enfrentamiento con
la Policía. Es detenida y acusada de haber dado cobijo a su compañero
sentimental. Una semana después es puesta en libertad por falta de
pruebas y hasta hoy, 20 años después, no ha vuelto a ser
arrestada. (...) Anboto se integra en el comando Araba en
1984 y permanece en él hasta la captura de Santi Potros en
septiembre de 1987. En ese comando coinciden, entre otros etarras,
José Javier Arizkuren, Kantauri, y Susana Arregi, integrante
del Comando Nafarroa que fallecería en los sucesos de la Foz de
Lumbier, en junio de 1990.
(...) Durante los tres años que Iparaguirre opera en Álava se
considera que participó en seis asesinatos; después, la abundante
documentación sobre ETA incautada a Arrospide Sarasola le obliga a
escapar. (...) Refugiada en Francia en 1987, se pierde su pista
hasta que vuelve a aparecer, en 1992, tras la caída de la cúpula
en Bidart, junto a Kantauri. Ambos son miembros del Comando
Madrid y expertos en la colocación de coches-bomba. Entre mayo y
junio cometen cuatro atentados con esta técnica. (...) La pareja
entre ellos habla francés y utiliza documentación de ese país con
el fin de parecer turistas en España, imitando la manera de actuar
del comando itinerante. (...) Después de un brutal atentado, en
noviembre de 1992, contra un vehículo del Estado Mayor de Defensa
en el que mueren siete personas, Interior distribuye retratos de la
pareja. Se dice de ellos que son elegantes y visitan restaurantes y
locales de alto nivel, es decir, la antítesis de la imagen-robot
del sospechoso dada por el ex ministro de Interior Barrionuevo, para
el que los etarras van con vaqueros, deportivas, cazadora y una
bolsa de deporte en la que llevan armas.
ALBISU, MIKEL («MIKEL ANTZA»). San Sebastián
(1961). Impulso de la tregua en 1998. ÁLVAREZ ENPARANTZA, JOSÉ
LUIS («TXILLARDEGI»).San Sebastián, 1929. Fundador de ETA y el
que le dio nombre.ÁLVAREZ SANTACRISTINA («TXELIS»). San Sebastián,
1954. Creó los grupos «Y», precursores de la kale borroka.
APALATEGI, MIGUEL ÁNGEL («APALA»). Ataun (Guipúzcoa, 1955).
Dirigente del grupo especial armado de ETA político militar (Bereziak).
ARIZKUREN RUIZ, JOSÉ JAVIER («KANTAURI»). Pamplona. Integrante
de los comandos Álava y Madrid. En Francia, se convierte en el
responsable de los comandos de liberados hasta su detención en
París, en 1999.ARROSPIDE SARASOLA, SANTIAGO («SANTI POTROS»).
Lasarte (Guipúzcoa, 1948). Detenido en Francia en 1987, se le
incautó toda la documentación de ETA, lo que llevó a la detención
de más de 100 personas. BEÑARAN, JOSÉ MIGUEL («ARGALA»).
Arrigorriaga (Vizcaya, 1949). Participa en el asesinato de Carrero
Blanco e ideólogo etarra por excelencia.Muere el 21 de diciembre
de 1978 al explotarle una bomba en su coche. ETXABE, JUAN JOSÉ.
Mondragón. Inventor del denominado «impuesto revolucionario».
Fallece en 1996. ETXEBARRIETA, JOSÉ ANTONIO. Bilbao, 1940. Como
ideólogo de ETA, prepara la ponencia política de la V Asamblea.
Fallece en 1973. ETXEBESTE, EUGENIO («ANTXON»). San Sebastián,
1950. En el sur de Francia pertenece a los Bereziak y en 1977,
tras el paso de este grupo a ETA militar, entra a formar parte del
aparato político. GARCÍA GAZTELU, JAVIER («TXAPOTE»). Bilbao,
1966. Es el primer miembro que llega de la kale borroka a la
dirección de ETA. Es el jefe de ETA con más asesinatos. GRACIA
ARREGI, IÑAKI DE («IÑAKI DE RENTERÍA»).Rentería (Guipúzcoa,
1955). Durante su mandato se cometen los atentados más duros: el
secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco y el secuestro de
Ortega Lara. Es detenido antes del fin de la tregua. IPARAGIRRE,
SOLEDAD («ANBOTO»). Eskoriatza (Guipúzcoa, 1961). Forma parte
del Comando Araba junto a «Kantauri» y más tarde del Comando
Madrid. Se le supone responsable del aparato militar. ITURBE
ABASOLO, DOMINGO («TXOMIN»). Mondragón (Guipúzcoa, 1943). En
1968 huye a Francia. A finales de los setenta es el número uno.
En 1986 es enviado a Argelia por las autoridades francesas, donde
inicia las conversaciones con el Gobierno español.Muere de forma
accidental en ese país en 1987. LASA MITXELENA, JUAN LORENZO («TXIKIERDI»).
Rentería (Guipúzcoa, 1955). En 1985 forma parte de la dirección
cuando en enero de ese año es detenido.ETA le ha nombrado en
muchas ocasiones interlocutor oficial.LÓPEZ DE LA CALLE, ALBERTO
FÉLIX («MOBUTU»). Vitoria, 1960. La detención en Bidart del
colectivo «Artapalo» y su facilidad para escapar de situaciones
complicadas lo colocan como responsable del aparato militar.
Detenido en diciembre de 1994, fue condenado en Francia. Cumplida
la pena se escapó y volvió a la clandestinidad.MENDIZÁBAL,
EUSTAKIO («TXIKIA»). Itsasondo (Guipúzcoa, 1945).En 1967
abandona la orden Benedictina y huye a Francia, donde resucita una
ETA maltrecha. Muere en Algorta en 1973, tratando de huir de la
policía. MUJIKA ARREGI, IÑAKI («EZKERRA»). San Sebastián.
Dirigente de las juventudes del PNV, aterriza en 1970 en ETA, con
unos 300 jóvenes. MUJIKA GARMENDIA, FRANCISCO («PAKITO»).Ordizia
(Guipúzcoa, 1953). Entre 1985 y 1992 pertenece a la cúpula.Se
dice que ordenó asesinar a «Yoyes». Encarcelado en España.URRUTIKOETXEA,
JOSÉ ANTONIO («JOSU TERNERA»). Vizcaya, 1941.Fue responsable
del aparato político hasta su detención en 1989.Es condenado en
Francia por pertenencia a banda armada. Es parlamentario en la Cámara
de Vitoria. ZABALETA, JOSÉ JAVIER («BALDO»). Hernani (Guipúzcoa,
1959). Sustituye a «Santi Potros» en la dirección cuando éste
es detenido.
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